La Historia de Chile es la Historia de la lucha de clases, una historia de lucha contra la dominación, explotación y opresión de una minoría enriquecida gracias a lo producido por las mayorías precarizadas por la esclavitud asalariada, una clase que no sólo nos explota, sino que además negocian y lucran con nuestras necesidades y anhelos.
El Bicentenario conmemora la independencia de las clases dominantes nacionales, son ellas quienes se liberan del yugo español… así comenzaba el moderno calvario… burgués que vino a liberar para explotar…. (ZC)
Hoy el Bicentenario se nos presenta como la profundización del capitalismo en nuestras vidas cotidianas. Este capitalismo cabrón, esta economía de mercado maquillada de social que todo lo privatiza, que pretende nuestras vidas convertidas en mercancía y nuestras relaciones interpersonales reducidas al ámbito de la oferta y la demanda. Su “oferta” se sustenta en subcontratación y precariedad laboral, individualismo y competitividad, consumismo y endeudamiento, nos encandilan con sus vitrinas llenas de liquidaciones y plástico, mera pirotecnia que ninguna relación dice con que nuestras vidas sean plenas y felices.
El Bicentenario también venía con las intentonas de instalar un discurso sobre un Chile nuevo, moderno y “progresista”, la oportuna posibilidad de darle un giro al capitalismo post crisis. Sin embargo el terremoto develó al país tal cual era mostrando lo trucha que es la modernidad chilena…
Nosotros, como Editorial Popular LaPajarilla, mandamos al carajo las ofensivas del capitalismo y nos disponemos a darle cara por este bastión que venimos construyendo de unos años a esta parte.
Quizás te preguntas ¿como es posible dar pelea desde una editorial?, claro que es posible y además necesario. Como editorial popular nuestros cuadernillos promueven e incitan textos e ideas de y para una sociedad distinta, ideas contagiosas y subversivas que se van posicionando y haciendo trinchera en los territorios y vidas populares.
Somos parte del pueblo y la clase trabajadora que nos aburrimos del mercado y sus abusos, de los cuentos como el del Bicentenario y nos lanzamos a hacer las cosas de una manera distinta, así como muchas más organizaciones que van brotando del fértil campo popular, transformando las relaciones sociales y copando espacios de la vida cotidiana.
Y así no más, sin querer y queriendo a la vez, estos lotes de pueblo, tejiendo redes van conformando Movimiento Popular, con posición de clase, guarida y trinchera para los subversivos, y posibilidad-alternativa para los que se van hartando y quieran luchar y tomarse la vida para disfrutarla a concho y zumbar al capitalismo…. ahí está la provocación, en hacerse parte útil de este Movimiento, de ir agigantándonos y vernos como Pueblo capaz de apropiarse de su destino y hacer su propia historia.
Nuestras aspiraciones no conforman una utopía inalcanzable, sino más bien son parte de un proceso de la realidad misma, esto no quiere decir para nada que hay que sentarse a esperar a que todo pase. Sino más bien, que las condiciones objetivas y las crisis del capitalismo no son suficientes, que la posibilidad de realizarlo radica en la organización, conciencia y voluntad de los explotados y oprimidos de asumir su condición histórica y liberarse.
Por esto y mucho más, recordando las palabras pronunciadas por Recabarren hace 100 años atrás, en este Bicentenario: No hay nada que celebrar!!!, nuestra verdadera independencia es contra el capital y la vamos forjando día a día convirtiéndonos en embriones de poder para el Chile Popular.
La Pajarilla.
E D I T O R I A L P O P U L A R.
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